16/03/2018
Estamos acostumbramos a acudir al médico, al ginecólogo, incluso, al dentista para realizarnos una revisión; a llevar el coche al taller mecánico para confirmar que está todo correcto, pero no es costumbre acudir al abogado para pedir asesoramiento previo a la firma de un contrato, de un documento o de cualquier negocio.
Por desgracia, no tenemos la costumbre de consultar antes de tomar una decisión, que en muchas ocasiones puede llegar a tener mucha transcendencia, a un experto.
¿Cuántas veces hemos firmado el contrato de alquiler que aporta el arrendador sin verificar si alguna de las cláusulas nos es perjudicial?; ¿Cuántas veces hemos firmado un documento entregado por la empresa sin conocer realmente la transcendencia del mismo? En definitiva, ¿Cuánta veces nos hemos arrepentido de haber tomado una decisión sin conocer las consecuencias de la misma y hemos pensado “Si lo hubiera sabido, no habría firmado” o “si hubiera conocido todas las consecuencias, mi decisión sería otra”?
En todos estos casos se aplica en toda su magnitud el refrán “Más vale prevenir que curar”, que este despacho hace suyo pues, es mucho mejor evitar que algo malo suceda antes que tener que solucionarlo una vez que ha pasado.
Por ello, recomendamos el asesoramiento previo que, además de evitar muchos problemas futuros, será más económico que solucionar posteriormente el problema.